domingo, 15 de mayo de 2011

El cultivo de la papa canaria

Rincones - Sergio Socorro - Imeldo Bello Baeza

En Gran Canaria y Fuerteventura los cultivos de papas antiguas y la cultura asociada a las mismas han desaparecido. Es más, la agricultura majorera tiene una escasa representación debido a la escasez de agua. El tomate es el cultivo por excelencia, a lo que hay que sumarle otras hortalizas como la cebolla y el ajo, y el cultivo de la papa. Los cereales (trigo, cebada, maíz), que son la base para elaborar el gofio, también tienen su importancia dentro del mercado local.

En contraposición, destacan como zonas de mayor producción de la papa las islas de El Hierro, la zona de Nisdafe e Isora; Lanzarote, la parte alta de los cantiles de Famara, los Tablones, Gallo; y Tenerife, con zonas importantes de producción en Erjos del Tanque, altos de la Guancha, Aguamansa, La Esperanza, así como las estribaciones altas del norte de Anaga.

A la hora de cultivar las papas, los cultivos tradicionales se localizan, sobre todo, hacia las medianías insulares. Se trata de zonas que se corresponden, concretamente, a bosques termoesclerófilos de acebuchales, almacigale y sabinares. Es decir, lugares cálidos. Los cultivos, además, aparecenen en pequeños bancales en los bordes o de forma imbricada con las formaciones boscosas.

Podemos diferenciar dos tipos de suelos diferentes a la de cultivar la papa. Por un lado están la tierras de barro que están situadas a cotas más bajas, son más duras y cálidas, y corresponden con espacios más abiertos y luminosos. Y por otro lado están las Tierras de polvillo que son más sueltas, contienen un mayor aporte húmico y están relacionadas a la laurisilva, siendo, por ello, más frescas, húmedas y umbrosas.

Dependiendo el tipo de suelo que elijamos para la cultivación de la papa, existen cultivares que crecen de manera más óptima en un tipo suelo concreto. Así, las tierras de polvillo son mejores para obtener semillas, permitiendo controlar los niveles de virosis, mientras que las tierras de barro son las que mejores cosechas da. De este modo, se da una amplia red de intercambio de semillas entre agricultores.

Lo cierto es que las actuales condiciones de reforma agraria y desarrollo económico, más esa la necesidad por parte de los agricultores de entrar a formar parte del mercado competitivo, están llevando a que muchos de los cultivares antiguos insulares se vayan quedando en el olvido. Por eso, año tras año se van celebrando en Canarias jornadas donde se les recomienda a los agricultores diversas variedades comerciales para el cultivo: “king edward”, “up to date”, “cara”, “spunta”, “arran banner”, “kerr’s pink”, etc.
En la actualidad los cultivares autóctonos se conservan solamente en sus lugares de cultivo tradicional. Esto depende de la curiosidad o de la añoranza de los agricultores más ancianos, los más apegados a las tierras y a las costumbres de los cultivos. Gracias a ellos se evita la pérdida de lo auténtico, un saber de casi 500 años de historia.

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